Tras la invención de la Imprenta, la estructura social en Europa cambiaría en los subsiguientes años para siempre. Como lo mencioné en mi publicación anterior, ahora la información circulaba con facilidad en el continente, lo cual resultó en un rápido incremento de la tasa de alfabetismo en la población. La ciencia emergió como un factor clave para la divulgación del conocimiento y de escuelas filosóficas como «Pienso y luego existo».

La Ilustración (Age of Enlightenment)

Al haber mayor literatura disponible, surgieron grupos de pensamiento en varias partes de Europa. Estoy seguro que hasta el siglo XV, muy probablemente alguien hubiese sido catalogado como «Líder», si esa persona tenía gran experiencia militar, o bien estaba involucrado con la monarquía o la iglesia. Ahora había un nuevo tipo de líder: «Líderes Intelectuales».

Rene Descartes, John Stuart Mill, Isaac Newton, Francis Bacon y muchos otros fueron pioneros en lo que se llamaría la «Revolución Científica». Nuevas ideas aparecieron, que impulsaban un pensamiento centrado en el razonamiento y la evidencia, así como también en el progreso, la libertad, la tolerancia, la constitución y la separación del estado y la iglesia.

La gente empezó a preguntarse el por qué de las cosas. Una de las primeras preguntas que surgió durante La Ilustración era la necesidad de un Rey y de una Monarquía. ¿Por qué necesitamos a un Rey? ¿Quién lo puso allí? ¿Por qué solo sus descendientes y allegados tienen derecho al poder? ¿Quién determina los poderes de la Iglesia? A medida pasaba el tiempo, la población migraba más hacia el progreso global y la lógica, dejando atrás las creencias y la fe ciega en lo desconocido.

Al sentarse las bases de La Ilustración, la estructura social en Europa eventualmente solidificó a las dos monarquías más poderosas del continente: Inglaterra y Francia. No transcurriría mucho tiempo para que los dos superpoderes se enfrentasen en un conflicto bélico para determinar cuál era la nación más poderosa del planeta…