MBA, Gerente de Proyectos, Tenista, Músico, y Autor de "Manual para Destruir un País"

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«Así son ellos, es su cultura»

Hoy en el trabajo tuve una conversación con un colega sobre uno de esos temas sensibles en los cuales estamos tratando de ser una mejor sociedad.

Hace algo más de un año trabajé con un Gerente de Proyectos de una nacionalidad no-estadounidense. Tuve muchas reuniones y llamadas en conferencia con esta persona, y siempre me llamó la atención cómo trataba mal a las personas que tuviesen un título de menor jerarquía al suyo, indistintamente de si trabajasen con él o para otra compañía. Un día le comente esto a una amiga que trabajó para alguien con la misma nacionalidad de esta persona, y ella me dijo: -“Oh sí, ellos son así. Ellos son muy respetuosos con la jerarquía. Si estas por debajo, por lo general te tratan mal y si estas por encima, te tratan con respeto. Así son ellos, es su cultura”. Eso me hizo recordar una instancia similar a cuando una persona me comentó que había vivido en cierto país que era muy sensible con la puntualidad, y que también me dijo: “Así son ellos, es su cultura”.

Esto me hace preguntarme: en esta nueva era en la cual vivimos de globalización e igualdad de derechos para todos -algo sobre lo cual yo estoy a favor-, ¿en dónde estamos parados cuando se trata de analizar características similares que parece son intrínsecas a un grupo de personas que tienen algo en común?

¿Me equivoco si digo que las personas de un cierto país “X” son delicados con la puntualidad? ¿Ofendo a alguien si digo que es común que para las personas de cierta nacionalidad, tengan respeto hacia la jerarquía? Quisiera decir que no, caso contrario no existirían artículos como estos:

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Things not to do in Denmark

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…lo cual me lleva a la siguiente pregunta: ¿está mal que un grupo de personas con una nacionalidad o cultura en común, puedan ser asociados con un comportamiento en particular, indistintamente de si la mencionada cualidad es positiva o negativa?

En el prólogo de mi libro -fue escrito por el Dr. Lorne López, uno de mis mejores amigos- se indica que mi libro utiliza un lenguaje de libre expresión que añoramos. Al ser un análisis hecho por un extranjero de una sociedad foránea a la suya, algo que siempre dejo en claro tanto en mi escrito como en mi vida diaria, es mi uso de la generalización, y como traté de evitarla lo más que pude. Genaralicé sólo en casos similares a como cuando mi amiga diría «Así son ellos, es su cultura». Es decir, cuando veo casos recurrentes que ocurren en un grupo de personas con algo en común, y se me hace difícil no asumir que una persona que pertenezca a dicho grupo, también tenga esa misma característica.

A lo largo de mi libro, afirmare que la sociedad venezolana estaba llena de fisuras que contribuyeron a iniciar la debacle que ha llevado al país a su estado actual. El asunto es que “la sociedad” no es una entidad invisible omnipresente y omnipotente que nos rodea y con la cual no se puede interactuar.

La sociedad esta hecha por personas, y en el caso de Venezuela, personas con ciertas características en común.

Aceptando la realidad

Es costumbre de algunos autores incluir una o dos frases célebres cuando escriben sus libros. Mi lectura de esto es que el autor tiene la intención de primero rendir tributo a la persona que pronunció dicha frase, y segundo utilizar la frase en cuestión como base para el manuscrito que le seguirá.

Al llegar el momento de decidir cuáles frases incluiría en mi libro, estuve contemplando varias posibilidades entre los cientos de obras u oraciones célebres pronunciadas por grandes pensadores, y que podrían tener una relación directa con el contenido de mi libro y el mensaje que transmite. Entre las opciones que tenía, quiero compartir una que cada vez que la recuerdo, me transmite una sensación motivadora e inspiradora sobre cómo debemos enfretarnos a la árdua tarea de lograr un objetivo, sea cual sea, sin importar qué tan grande o imposible sea, y a cómo debemos manejar la diferencia entre soñar o alimentar esperanzas, y el aceptar una realidad. El objetivo puede ser cualquier meta que nos tracemos: graduarnos, subir el pico de una montaña, conseguir ese anhelado trabajo, conquistar a una chica/o, o convertirse en uno de los mejores tenistas del mundo. Es en este sentido donde entra la frase que quiero compartir.

En 2018, Toni Nadal -tío y entrenador de Rafael Nadal- dio una conferencia TEDx, en la cual compartió una anécdota de los primeros años de Rafael como tenista profesional. Contó que en una ocasión estaba con Rafael, preparando el partido de la final del torneo de Montecarlo ante un suizo «no muy bueno» (refiriéndose de forma sarcástica a Roger Federer, #1 del mundo en ese momento). Rafael le preguntó a su tío que cómo veía la estrategia para afrontar el partido y él le contestó:

«Lo veo complicado: Federer tiene el drive (forehand) mucho mejor que el tuyo, el revés es mejor que el tuyo, la volea es mucho mejor que la tuya, y en el saque ni hay color…» y en ese momento Rafael lo interrumpió y dijo «para, para, vaya moral que me das para salir a la pista…»

Toni sin titubear en seguida le dijo a su sobrino: «si quieres te puedo engañar, pero dentro de un rato, no te va a engañar Federer. Más vale que sepas a lo que te tienes que enfrentar. A partir de aquí, vamos a buscar soluciones.«

Toni prosiguió en la conferencia diciendo: «Esta ha sido mi forma de entender el entrenamiento: aceptar la realidad, una cosa bastante complicada hoy en día. Parece ser que siempre tenemos que dar mensajes positivos. Tenemos que decirle constantemente a los nuestros que siempre son los mejores y que hacen las cosas bien. Yo creo que cuando uno no se sabe suficientemente bueno y conoce la realidad, ese es el primer paso, es el punto de partida para alcanzar los propósitos.«

…y es en ese sentido que muchas personas y en especial los venezolanos que lidian (o lidiaron) con la crisis de su país, le cuesta aceptar algo tan simple como lo es la verdad y la realidad.

Siempre he pensado igual que Toni Nadal: aceptar la realidad sirve para saber en dónde te encuentras, qué puedes hacer con los recursos que tienes, para dónde puedes ir, qué posibilidades hay, que errores cometiste que se pueden corregir, que se hizo mal que debió haberse hecho de forma distinta, y cuán cerca estás de lograr tu objetivo, en comparación con ayer. Cómo va tu plan y qué tan bien estas siguiendo las estrategias correctas para lograrlo.

En mi libro plantearé las causas principales que produjeron el colapso de Venezuela, y por supuesto las analizaré a fondo; una de ellas si bien no describo a detalle, es parte integral del mensaje general que mi libro busca transmitir, y es el hecho que significa aceptar la realidad. Muchos de los problemas que surgieron en Venezuela, fue debido a que los involucrados se negaron a aceptar la realidad, o bien si la aceptaron, fueron incapaces de crear soluciones ante el problema. En vez de ello, buscaron excusas para justificarse e incluso pusieron barreras para alcanzar una solución.

En el TEDx, Toni Nadal no mencionó cuál fue el año en el que ocurrió la conversación entre Rafael y él, pero voy a atreverme a especular que fue 2006, dado que fue la primera ocasión en la cual Nadal y Federer disputaron una final en Montecarlo. El resultado final de ese partido fue que Nadal derrotó a Federer 6-2 6-7(2) 6-3 7-6(5), a pesar de tener un drive muy inferior, un revés inferior, una volea inferior y un saque que ni hablar compararse con el de Federer. ¿A qué se debió ese resultado? A varios motivos sin duda alguna; pero uno de ellos -y uno de los principales- fue al hecho de que Rafael Nadal fue capaz de aceptar la realidad y fue capaz de buscar soluciones en función a la realidad. Rafael no planteó, ni buscó excusas.

Eso me lleva a plantear lo que quizás será la tarea más difícil no tanto para un lector extranjero, pero para un lector venezolano al tomar mi libro: aceptar la realidad. Aceptar que muchas cosas en su país estaban mal, a pesar de que en la superficie parecía que lucían bien. Aceptar que ante cualquier problema y en especial ante los inconvenientes y viscitudes que planteo en mi libro, pudo hallarse una solución, por más inferior que hubiese sido la posición en la que se encontrasen. Y más importante de todo, lo que más le costará: aceptar que tengo razón en lo que planteo en el libro.

No tiene nada de malo soñar, creer en algo y tener esperanza al momento de plantear un objetivo y querer que éste se cumpla; no tengo nada en contra de mensajes positivos y motivadores dado que bien utilizados tienen un valor fundamental para una persona pueda lograr sus metas, pero de vez en cuando es necesario tener una dosis de aceptar la realidad, para pisar tierra e idear un plan con el cual se pueda lograr que esos sueños se conviertan realidad.

Decidí no incluir en la frase en mi libro por varias razones, la principal siendo que entre las opciones que tenía, se encontraban pensadores como John Stuart Mill, Rene Descartes, Friederich Nietzsche y no me parecía correcto poner a Toni Nadal al mismo nivel de ellos. Además, el peso de la frase me pareció más pertinente para el ambiente en el cual Toni la citó. Sin embargo, me quedé con su enseñanza y el debate que se puede iniciar en base a ella: Aceptar la realidad y buscar soluciones.

A veces en la vida no hay problemas, ni excusas. Solo soluciones, si se quiere…

Un preludio

Durante varias semanas estuve pensando acerca de qué escribir por esta vía, y dado muy pronto estaré lanzando la primera edición de mi libro, el Manual para Destruir un País, me pareció que lo más idóneo es crear un preludio en el cual me dedique a proveer algunas notas del contexto histórico del caso que analizo en el libro: Venezuela.

La historia moderna de Venezuela inicia en 1498 con el tercer viaje de Cristóbal Colón. Seis años antes, el navegante genovés había descubierto el nuevo continente (América) pensando que había llegado a Las Indias, por medio de una serie de expediciones para hallar una nueva ruta de comercio a Asia, tras el bloqueo del paso al oriente por parte del imperio bizantino.

A pesar que otros exploradores habían llegado a América antes que Colón, es con él con quien inició la carrera por expandir los territorios de España, Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia, todos en busqueda de colonizar el nuevo continente y de hacerse de los recursos que tenian sus tierras. De esta forma y gracias a la abundancia de oro y perlas preciosas, Venezuela se convertiría en uno de los nuevos descubrimientos con mayor potencial de riqueza para la corona española y los exploradores del antiguo continente.

3, 2, 1… Lanzamiento!

Hoy 11 de julio estoy haciendo oficial el lanzamiento de mi blog, con la finalidad de servir como complemento para la publicación de mi primer libro «Manual para Destruir un País».

A lo largo de las próximas semanas publicaré actualizaciones pertinentes al lanzamiento del libro, como su carátula, pre-orders, reseñas, algunos fragmentos clave y por supuesto la fecha de lanzamiento al público. También publicaré algunas ideas y vivencias personales, puesto que considero justo que conozcan un poco de mi manera de pensar, más allá de lo que mi biografía dice.

Muchas gracias por visitar mi página y por suscribirse!

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