MBA, Gerente de Proyectos, Tenista, Músico, y Autor de "Manual para Destruir un País"

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Causas de la Independencia de Venezuela (1 de 6)

La publicación de hoy es la primera de una serie de seis en las cuales enumeraré y explicaré las causas que iniciaron la lucha por la Independencia de Venezuela.

El objetivo de separar cada causa en una publicación distinta es para identificar cómo cada una conduce a la siguiente, culminando con el inicio de la Guerra de Independencia. La serie está dividida en dos grupos de tres causas indirectas y tres causas directas. Hoy comenzaré con la primera de las causas indirectas.

La Invención de la Imprenta

A lo largo de la historia, muchas han sido las invenciones que han producido un gran cambio en la humanidad. Sin embargo, son pocos los que han tenido el impacto que tuvo la Imprenta.

Siempre he creido que lo más vital al estudiar historia es mantener la perspectiva de la época en la cual ocurren los hechos que se están estudiando, para así entender la magnitud y especialmente el impacto de largo plazo que tuvo en la humanidad. Cuando se habla de la invención de la Imprenta, debemos imaginar una Europa como el continente de monarquías, recién dejando atrás el sistema feudal, con un porcentaje muy bajo de la población con formación académica o al menos alfabetizada. El conocimiento era un privilegio y si bien las ideas flotaban en el aire, era difícil su propagación. Esto cambió en 1440 con la introducción de una forma rápida y eficiente de reproducir contenido escrito.

En consecuencia, la invención de la Imprenta implicó mayor facilidad para distribuir el conocimiento en Europa. Surgieron nuevos autores, nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista y en general, se abrió la puerta para comunicar ideas de forma masiva, lo cual produjo la aparición de nuevas escuelas de pensamiento. La invención de la Imprenta es quizás uno de los mayores logros del ser humano y el causante directo de lo que ocurriría en el siglo XV, XVI y XVII: la segunda causa indirecta de la Guerra de Independencia de Venezuela, la cual exploraré en mi siguiente publicación.

La Capitanía General de Venezuela

En 1721 se estableció el nuevo Vireinado de Nueva Granada, al cual se le otorgó jurisdicción sobre los territorios que hoy constituyen Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá, y de esta forma Venezuela se convirtió en una Provincia.

Para este momento, el comercio surgió como uno de los principales motores de la economía en Venezuela, siendo controlado por la Compañía Guipuzcoana, que ejercía un monopolio en el país. El comercio con otras naciones empezó a tener un papel relevante y Venezuela se convirtió en un centro importante en la región suramericana, teniendo como ventaja la capacidad de establecer contacto y relaciones directas con Inglaterra, Francia y Holanda, gracias a la cercanía geográfica con las colonias de dichos países.

Tan pronto las trece colonias en norteamérica declararon su independencia el 4 de Julio de 1776, Venezuela -que aún se encontraba bajo el dominio del Reino de España-, se convertía en una Capitanía General, lo cual era una especie de amplio distrito que le daba autonomía al territorio para organizar sus poderes. Algunos historiadores consideran a la Capitanía General de Venezuela como un Virreinato similar a Nueva Granada (Colombia). La nueva entidad venezolana estaba formada por seis provincias: Caracas, Maracaibo, Cumaná, Guayana, Trinidad y Margarita.

No pasaría mucho tiempo para que la Capitanía General de Venezuela siguiese los pasos de las trece colonias norteamericanas, y apenas unos años después de haberse establecido, dio los primeros pasos para declarar su independencia.

En la siguiente entrada, analizaré las causas que desembocaron en la Independencia de Venezuela.

Los años 1600 – 1700…

Es poco lo que puede escribirse de la historia de Venezuela entre los años de 1600 y mediados de 1700. Pareciese que es en este periodo en el cual inicia la serie de diferencias entre las colonias británicas y españolas.

En general se considera que la Venezuela de este periodo no era un sitio de vital importancia para España, siendo desplazada por colonias más importantes como el Virreinato de Nueva España y el Virreinato de Perú. Durante ese periodo, un aproximado de 2,000 colonizadores vivían en Venezuela, dentro de una economía que estaba basada en el ganado y las minas de oro, en un sistema que podría calificarse como feudal.

Hacia finales del siglo XVII, había un instituto de educación superior que estaba establecido en Caracas, llamado «Escuela Seminario de Santa Rosa de Lima», sin embargo no era una universidad como tal. Aquellos que quisiesen una educación universitaria debían desplazarse a universidades establecidas en Bogotá (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) o México. En vista de ello, el Rector del Seminario hizo una solicitud formal al Rey de España para que fundase una universidad en Venezuela. Esto produjo la fundación de la primera universidad del país, la Universidad Real y Pontificia de Caracas, que en principio ofrecía las carrearas de Teología, Filosofía, Leyes y Medicina, y que siglos más tarde cambiaría su nombre a Universidad Central de Venezuela (UCV). La Real y Pontificia sería la única universidad en Venezuela, hasta la fundación de la Universidad de Los Andes (ULA) en Méerida en 1810.

Uno de los temas que tocaré en mi libro será la importancia de una buena base para la educación superior y universitaria, como parte del éxito de un sistema, y de por supuesto qué papel jugaron las universidades en Venezuela durante la debacle del país.

Los tres primeros personajes históricos

En la entrada de hoy, conversaré brevemente sobre tres de los primeros personajes de relevancia en la historia de Venezuela: Guaicaipuro, Francisco Fajardo y Diego de Losada.

Guaicaipuro fue un cacique de las tribus Caracas y Los Teques, famoso por liderar la resistencia indígena contra los españoles en los alrededores del valle de Caracas, comandando a otros caciques como Naiguatá, Chacao, Guaicamacuto y su propio hijo Baruta.

Guaicaipuro fue el primer cacique en atacar a los españoles que minaban oro en las minas de lo que hoy es la ciudad de Los Teques, y después de esto dirigió otro ataque donde asesinó a los hijos del gobernador de la provincia, Juan Rodríguez Suárez.

Estas victorias lo convirtieron en el líder de todas las tribus que habitaban los alrededores de Caracas y Los Teques, y por cinco años (entre 1562 y 1567) los españoles se abstuvieron de acercarse a dichas localidades.

Luego tenemos a Francisco Fajardo, quien fue un explorador español que lideró varias expediciones que buscaban asentarse en el Valle de Caracas entre 1555 y 1562.

Fajardo fue uno de los primeros conquistadores mestizos, queriendo decir, hijo de un blanco español y de una indígena de la tribu Guaiquerí. Fajardo sacó provecho de ser mestizo pudiendo integrarse con algunas de las tribus locales, sin embargo, fue derrotado por Guaicaipuro y tuvo que asentarse en Cumaná, donde fue arrestado y ejecutado en extrañas circuntancias por Alonso Cobos en 1564.

La principal autopista de Caracas, que une prácticamente toda la ciudad, es nombrada en honor a Francisco Fajardo.

Finalmente, el tercer personaje a quien quería nombrar es al español Diego de Losada fundó Santiago de León de Caracas en 1567, la actual capital de Venezuela.

Preocupado por los ataques de Guaicaipuro, Losada ordenó a sus hombres realizar una expedición para capturar y/o matar a Guaicaipuro, lo cual lograron en 1568.

Con la fundación de Caracas, quedó establecido un asentamiento permanente de colonizadores en el Valle de Caracas y Los Teques.

Mantenganse atentos para venideras noticias, publicaciones y anuncios!

La Venezuela Alemana

Si bien fueron los españoles los primeros en pisar tierra y establecerse en Nueva Cadiz, Santa Cruz, Coro y Cumaná, fue Alemania la primera nación en establecer una colonia organizada con un gobierno en Venezuela.

Kleine-Venedig (Pequeña Venecia) se le llamó al territorio cedido por el Rey de España Carlos I a la famila alemana Wesler, quienes entre 1528 y 1546 fueron los gobernantes de la región. El principal objetivo de los Wesler era encontrar la ciudad sagrada «El Dorado». Ambrosius Ehinger, fundador de Maracaibo en 1529, fue el primero en liderar la expedición de búsqueda de El Dorado, seguido de Georg von Sprayer y luego de Phillip von Hutten. Kleine Venedig fue además la colonia alemana más grande que hubo en el nuevo continente.

Tras la ausencia de los gobernantes alemanes, puesto que se encontraban buscando la ciudad sagrada, España a través del recién desginado nuevo gobernador Juan de Carvajal, ordenó la ejecución de los alemanes y logró recuperar el territorio venezolano como colonia de la corona española.

Venezuela, América

En 1507, el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller genera el primer mapa del mundo que incluía las tierras descubiertas por Colón, Ojeda con Vespucci, y las expediciones que le siguieron.

Waldseemüller le dio al nuevo continente, el nombre de «America» en honor a Amerigo Vespucci, utilizando una variante latina de su nombre y empleando el género femenino, bajo el razonamiento que los continentes Europa y Asia tenían género femenino.

El nombre «América» está escrito en el mapa en la parte que hoy en día es suramérica, y el mapa está titulado como: Universalis cosmographia secundum Ptholomaei traditionem et Americi Vespuci aliorumque lustrationes (La Cosmografía Universal de acuerdo a la Tradición de Ptolomeo y los descubrimientos de Amerigo Vespucci y otros).

Las dos primeras ciudades que se fundaron en Venezuela, fueron Nueva Cádiz (1500) y Santa Cruz (1502). Nueva Cádiz fue un asentadero fundado en la Isla de Cubagua, para incentivar la busqueda de perlas entre los colonizadores. Santa Cruz fue fundada por Alonso de Ojeda en la península Guajira y fue la primera ciudad fundada en tierra firme.

Ambas ciudades duraron poco tiempo. Debido a disputas entre los colonizadores, ataques de los indígenas y fenómenos naturales, Santa Cruz fue abandonada apenas tres meses después de su fundación. Nueva Cádiz vio algunos años de prosperidad, pero al agotarse las perlas buscadas por los colonizadores y tras un maremoto en 1541, la ciudad finalmente fue abandonada.

En la siguiente entrada, daré un breve vistazo al primer asentamiento organizado bajo auspicio de un gobierno colonizador, el cual contrario a lo que se piensa, no fue patrocinado por España.

El origen del nombre de Venezuela

La publicación de hoy tocará el origen del nombre que se le dio a Venezuela.

La hipótesis más aceptada, mas no enteramente confirmada del origen del nombre, es la atribuida a Alonso de Ojeda y Amerigo Vespucci. Los historiadores han concluido que Vespucci supuestamente estuvo a bordo de cuatro expediciones a los nuevos territorios descubiertos por Cristóbal Colón. En uno de los dos viajes de los cuales hay casi total certeza que ocurrieron (el segundo, que estuvo liderado por Ojeda, siendo el otro cierto el tercero), ambos navegaron por el delta del río Amazonas, el delta del río Orinoco y casi toda la costa de Venezuela.

Al llegar a lo que hoy se conoce como el Lago de Maracaibo, la tripulación divisó una serie de viviendas indígenas construidas encima de unos pilares que se encontraban a la orilla del lago. Tras ver esto, Vespucci le mencionó a Ojeda que las viviendas le eran parecidas a las casas que había en Venecia. De esta forma, Alonso de Ojeda el capitán de la expedición, aparentemente le dio al territorio el nombre italiano «Venezziola», lo cual puede traducirse como «pequeña Venecia». Las viviendas que Ojeda y Vespucci divisaron se les conocía con el nombre de «Palafitos».

Una segunda hipótesis plantea que Ojeda el nombre se debió a una tribu indígena que la tripulación encontró a lo largo de la costa, la cual se llamaba «Veneciuela». Finalmente, la tercera y menos aceptada hipótesis, es que el nombre provino de una derivación de «Valencia», la ciudad española.

En los años que estuve en Venezuela, yo diría que 99% de la población daba por aceptada la teoría de las viviendas indígenas, al punto que recuerdo haber visto y escuchado decendas de referencias en el folklore venezolano al respecto, incluyendo varias canciones tituladas «La Pequeña Venecia» y variantes similares.

En la siguiente entrada, hablaré un poco sobre el proceso de llegada de los conquistadores europeos a ese territorio del nuevo continente que ahora sería conocido con el nombre de «Venezuela».

«Así son ellos, es su cultura»

Hoy en el trabajo tuve una conversación con un colega sobre uno de esos temas sensibles en los cuales estamos tratando de ser una mejor sociedad.

Hace algo más de un año trabajé con un Gerente de Proyectos de una nacionalidad no-estadounidense. Tuve muchas reuniones y llamadas en conferencia con esta persona, y siempre me llamó la atención cómo trataba mal a las personas que tuviesen un título de menor jerarquía al suyo, indistintamente de si trabajasen con él o para otra compañía. Un día le comente esto a una amiga que trabajó para alguien con la misma nacionalidad de esta persona, y ella me dijo: -“Oh sí, ellos son así. Ellos son muy respetuosos con la jerarquía. Si estas por debajo, por lo general te tratan mal y si estas por encima, te tratan con respeto. Así son ellos, es su cultura”. Eso me hizo recordar una instancia similar a cuando una persona me comentó que había vivido en cierto país que era muy sensible con la puntualidad, y que también me dijo: “Así son ellos, es su cultura”.

Esto me hace preguntarme: en esta nueva era en la cual vivimos de globalización e igualdad de derechos para todos -algo sobre lo cual yo estoy a favor-, ¿en dónde estamos parados cuando se trata de analizar características similares que parece son intrínsecas a un grupo de personas que tienen algo en común?

¿Me equivoco si digo que las personas de un cierto país “X” son delicados con la puntualidad? ¿Ofendo a alguien si digo que es común que para las personas de cierta nacionalidad, tengan respeto hacia la jerarquía? Quisiera decir que no, caso contrario no existirían artículos como estos:

20 things to know before moving to Sweden

Things not to do in Denmark

7 useful culture shock preventing facts about austrian culture

…lo cual me lleva a la siguiente pregunta: ¿está mal que un grupo de personas con una nacionalidad o cultura en común, puedan ser asociados con un comportamiento en particular, indistintamente de si la mencionada cualidad es positiva o negativa?

En el prólogo de mi libro -fue escrito por el Dr. Lorne López, uno de mis mejores amigos- se indica que mi libro utiliza un lenguaje de libre expresión que añoramos. Al ser un análisis hecho por un extranjero de una sociedad foránea a la suya, algo que siempre dejo en claro tanto en mi escrito como en mi vida diaria, es mi uso de la generalización, y como traté de evitarla lo más que pude. Genaralicé sólo en casos similares a como cuando mi amiga diría «Así son ellos, es su cultura». Es decir, cuando veo casos recurrentes que ocurren en un grupo de personas con algo en común, y se me hace difícil no asumir que una persona que pertenezca a dicho grupo, también tenga esa misma característica.

A lo largo de mi libro, afirmare que la sociedad venezolana estaba llena de fisuras que contribuyeron a iniciar la debacle que ha llevado al país a su estado actual. El asunto es que “la sociedad” no es una entidad invisible omnipresente y omnipotente que nos rodea y con la cual no se puede interactuar.

La sociedad esta hecha por personas, y en el caso de Venezuela, personas con ciertas características en común.

Aceptando la realidad

Es costumbre de algunos autores incluir una o dos frases célebres cuando escriben sus libros. Mi lectura de esto es que el autor tiene la intención de primero rendir tributo a la persona que pronunció dicha frase, y segundo utilizar la frase en cuestión como base para el manuscrito que le seguirá.

Al llegar el momento de decidir cuáles frases incluiría en mi libro, estuve contemplando varias posibilidades entre los cientos de obras u oraciones célebres pronunciadas por grandes pensadores, y que podrían tener una relación directa con el contenido de mi libro y el mensaje que transmite. Entre las opciones que tenía, quiero compartir una que cada vez que la recuerdo, me transmite una sensación motivadora e inspiradora sobre cómo debemos enfretarnos a la árdua tarea de lograr un objetivo, sea cual sea, sin importar qué tan grande o imposible sea, y a cómo debemos manejar la diferencia entre soñar o alimentar esperanzas, y el aceptar una realidad. El objetivo puede ser cualquier meta que nos tracemos: graduarnos, subir el pico de una montaña, conseguir ese anhelado trabajo, conquistar a una chica/o, o convertirse en uno de los mejores tenistas del mundo. Es en este sentido donde entra la frase que quiero compartir.

En 2018, Toni Nadal -tío y entrenador de Rafael Nadal- dio una conferencia TEDx, en la cual compartió una anécdota de los primeros años de Rafael como tenista profesional. Contó que en una ocasión estaba con Rafael, preparando el partido de la final del torneo de Montecarlo ante un suizo «no muy bueno» (refiriéndose de forma sarcástica a Roger Federer, #1 del mundo en ese momento). Rafael le preguntó a su tío que cómo veía la estrategia para afrontar el partido y él le contestó:

«Lo veo complicado: Federer tiene el drive (forehand) mucho mejor que el tuyo, el revés es mejor que el tuyo, la volea es mucho mejor que la tuya, y en el saque ni hay color…» y en ese momento Rafael lo interrumpió y dijo «para, para, vaya moral que me das para salir a la pista…»

Toni sin titubear en seguida le dijo a su sobrino: «si quieres te puedo engañar, pero dentro de un rato, no te va a engañar Federer. Más vale que sepas a lo que te tienes que enfrentar. A partir de aquí, vamos a buscar soluciones.«

Toni prosiguió en la conferencia diciendo: «Esta ha sido mi forma de entender el entrenamiento: aceptar la realidad, una cosa bastante complicada hoy en día. Parece ser que siempre tenemos que dar mensajes positivos. Tenemos que decirle constantemente a los nuestros que siempre son los mejores y que hacen las cosas bien. Yo creo que cuando uno no se sabe suficientemente bueno y conoce la realidad, ese es el primer paso, es el punto de partida para alcanzar los propósitos.«

…y es en ese sentido que muchas personas y en especial los venezolanos que lidian (o lidiaron) con la crisis de su país, le cuesta aceptar algo tan simple como lo es la verdad y la realidad.

Siempre he pensado igual que Toni Nadal: aceptar la realidad sirve para saber en dónde te encuentras, qué puedes hacer con los recursos que tienes, para dónde puedes ir, qué posibilidades hay, que errores cometiste que se pueden corregir, que se hizo mal que debió haberse hecho de forma distinta, y cuán cerca estás de lograr tu objetivo, en comparación con ayer. Cómo va tu plan y qué tan bien estas siguiendo las estrategias correctas para lograrlo.

En mi libro plantearé las causas principales que produjeron el colapso de Venezuela, y por supuesto las analizaré a fondo; una de ellas si bien no describo a detalle, es parte integral del mensaje general que mi libro busca transmitir, y es el hecho que significa aceptar la realidad. Muchos de los problemas que surgieron en Venezuela, fue debido a que los involucrados se negaron a aceptar la realidad, o bien si la aceptaron, fueron incapaces de crear soluciones ante el problema. En vez de ello, buscaron excusas para justificarse e incluso pusieron barreras para alcanzar una solución.

En el TEDx, Toni Nadal no mencionó cuál fue el año en el que ocurrió la conversación entre Rafael y él, pero voy a atreverme a especular que fue 2006, dado que fue la primera ocasión en la cual Nadal y Federer disputaron una final en Montecarlo. El resultado final de ese partido fue que Nadal derrotó a Federer 6-2 6-7(2) 6-3 7-6(5), a pesar de tener un drive muy inferior, un revés inferior, una volea inferior y un saque que ni hablar compararse con el de Federer. ¿A qué se debió ese resultado? A varios motivos sin duda alguna; pero uno de ellos -y uno de los principales- fue al hecho de que Rafael Nadal fue capaz de aceptar la realidad y fue capaz de buscar soluciones en función a la realidad. Rafael no planteó, ni buscó excusas.

Eso me lleva a plantear lo que quizás será la tarea más difícil no tanto para un lector extranjero, pero para un lector venezolano al tomar mi libro: aceptar la realidad. Aceptar que muchas cosas en su país estaban mal, a pesar de que en la superficie parecía que lucían bien. Aceptar que ante cualquier problema y en especial ante los inconvenientes y viscitudes que planteo en mi libro, pudo hallarse una solución, por más inferior que hubiese sido la posición en la que se encontrasen. Y más importante de todo, lo que más le costará: aceptar que tengo razón en lo que planteo en el libro.

No tiene nada de malo soñar, creer en algo y tener esperanza al momento de plantear un objetivo y querer que éste se cumpla; no tengo nada en contra de mensajes positivos y motivadores dado que bien utilizados tienen un valor fundamental para una persona pueda lograr sus metas, pero de vez en cuando es necesario tener una dosis de aceptar la realidad, para pisar tierra e idear un plan con el cual se pueda lograr que esos sueños se conviertan realidad.

Decidí no incluir en la frase en mi libro por varias razones, la principal siendo que entre las opciones que tenía, se encontraban pensadores como John Stuart Mill, Rene Descartes, Friederich Nietzsche y no me parecía correcto poner a Toni Nadal al mismo nivel de ellos. Además, el peso de la frase me pareció más pertinente para el ambiente en el cual Toni la citó. Sin embargo, me quedé con su enseñanza y el debate que se puede iniciar en base a ella: Aceptar la realidad y buscar soluciones.

A veces en la vida no hay problemas, ni excusas. Solo soluciones, si se quiere…

Un preludio

Durante varias semanas estuve pensando acerca de qué escribir por esta vía, y dado muy pronto estaré lanzando la primera edición de mi libro, el Manual para Destruir un País, me pareció que lo más idóneo es crear un preludio en el cual me dedique a proveer algunas notas del contexto histórico del caso que analizo en el libro: Venezuela.

La historia moderna de Venezuela inicia en 1498 con el tercer viaje de Cristóbal Colón. Seis años antes, el navegante genovés había descubierto el nuevo continente (América) pensando que había llegado a Las Indias, por medio de una serie de expediciones para hallar una nueva ruta de comercio a Asia, tras el bloqueo del paso al oriente por parte del imperio bizantino.

A pesar que otros exploradores habían llegado a América antes que Colón, es con él con quien inició la carrera por expandir los territorios de España, Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia, todos en busqueda de colonizar el nuevo continente y de hacerse de los recursos que tenian sus tierras. De esta forma y gracias a la abundancia de oro y perlas preciosas, Venezuela se convertiría en uno de los nuevos descubrimientos con mayor potencial de riqueza para la corona española y los exploradores del antiguo continente.

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